Archivos para diciembre, 2013

Se aplican restricciones

Publicado: diciembre 30, 2013 en Uncategorized

 

 

En el supertazón del cuerpo humano

El hígado del mundo hecho paté

Secreta la hiel que es

Bebida de ángel

Y la destila bajo diferentes

Nombres comerciales

Etiquetas de diseño audaz:

 

El ego a repartir en las tiendas

De abarrotes de los días

Trampas

Publicado: diciembre 25, 2013 en Uncategorized

 

Unos cuantos no pocos

Nos dimos a la tarea de atrapar vivo

al tiempo-hecho-carne

Para conseguir nuestro sueño patrullamos la ciudad

Armados con rifles de juguete

Y checamos la población sospechosa

En puntos especiales de observancia

La especie más flexible burla nuestra intención

Se escurre sigilosa entre las redes

Y provoca que las trampas nos atrapen a nosotros

Usa disfraces e identificaciones falsas

Y solo sale en la madrugada de estrellas

Carteles con el rostro compartido del tiempo-hecho-carne

Han sido pegados en postes, puentes y escuelas

Y se ofrece un reloj de arena dorada como recompensa

A quien proporcione alguna información

Que lleve a su captura

Entropía tuvo un hijo

Publicado: diciembre 18, 2013 en Uncategorized

 

 

Entropía tuvo un hijo

De un hombre que no la amaba pero viajó

Desde el vacío hasta la costa de sus entelequias

Y no pudo besarla sólo engendrar

El fuero hecho carne coronada de esquinas

 

Lejos del cauce y sus efemérides

El hijo, nombre y torcimiento

Subiendo por una escalera de términos

Rojo media luna bien cocido

O humeante

Atado a una caterva de eufemismos

 

 

¿Qué pasa? La máquina mal nos mueva sigue su escarcha

Y en drive están la bonhomía y la sensación equinoxial de in media res

Despierta pensador de parábolas fútiles

O amargos clichés: Cristo es un cult

Una corazonada de baile

O tal vez un te inquiero vertebral

Y si abominan es verdad escindida

Y si enternecen mejor cohabitar

 

la mujer quedada

Publicado: diciembre 10, 2013 en Uncategorized

LA MUJER QUEDADA

 

la mujer quedada

dormida en su niño de moho

es un arma oculta en el cajón

del director de orquesta

En su mente escindida fue sembrada

la promesa de la revelación

y reserva la sutileza de sus murmullos

para el momento de la onda y de la estela

 

bella o indiferente

debe siempre conservar la esperanza

del nombre

que es su guardacostas secreto

la enfermedad rabiosa: la paciencia

navidad, el sueño seductor

 

aún la música que enferma sana de vuelta en sus labios morosos

en el interior de su pecho late sin percatarse un péndulo herido

 

al manejar en carretera a veces nos topamos con la mujer quedada

su equipaje en el carmín del polvo

ella de largo y holanes oteando en busca de un camión

o un conocido buena gente

si se traiciona y ríe queda fuera

y por instinto se aferra

y por voluntad se subyuga